Productos procedentes de China alarman a la industria
Además de los casos más sonados, también se escuchan quejas en autopartes, electrodomésticos y artículos plásticos, y los temores crecen si se tiene en cuenta que hace un año, el Gobierno de Colombia le manifestó al de China su interés por negociar un TLC, luego se conformó una comisión bilateral, pública y privada para analizar la viabilidad, el estudio se encuentra en su fase inicial.
De China ya llega más del 16 por ciento de las importaciones en Colombia (16,5 por ciento en el primer trimestre del 2013), y es el segundo proveedor de Colombia, después de Estados Unidos.
Pero la competencia china, además de su rápido crecimiento plantea retos adicionales por prácticas desleales o, simplemente, ilegales; por ejemplo, compiten con precios inferiores a los de su lugar de origen; con subfacturación, a lo que se enciman los millonarios cargamentos de contrabando abierto, que puede estar, según cálculos oficiales, entre 6.000 y 7.000 millones de dólares, con un peso importante de China.
En autopartes, según el presidente de Asopartes, Tulio Zuluaga, el solo contrabando de cualquier origen puede llegar a la mitad del mercado total, que para el 2011 se acercó a 4.500 millones de dólares.
En calzado, la producción local no alcanza a abastecer la demanda interna, que se satisface con la importación de aproximadamente 60 millones de pares. El punto es que, como lo advierte el presidente de Acicam (gremio de los productores de calzado y manufacturas de cuero), Luis Gustavo Flórez, cerca de la tercera parte es subfacturado.
Existen herramientas legales para combatir la subfacturación, el dumping y el contrabando abierto, tales como las aplicadas al calzado y prendas de vestir originarias de países con los cuales Colombia no tiene tratados de libre comercio, léase China, consistentes en un sobrearancel por kilo o par de zapatos importados, y la reciente imposición temporal de derechos antidumping a neumáticos chinos para vehículos y camiones.
De otro lado, el aumento de la productividad y la competitividad tanto de toda la economía como de todos los sectores productivos se concibe como la mejor herramienta para soportar la competencia.
Tras ese objetivo está la reducción o eliminación de aranceles para materias primas, insumos y bienes de capital que no se producen en Colombia, que se han hecho de forma unilateral o mediante tratados de libre comercio; la disminución de costos de energía y logísticos, entre muchas otras.